18.10.12

A 2 años de Diana Victoria


Las mujeres tienen que aprender a disfrutar del embarazo, conozco muchos casos que consideran esta etapa una total enfermedad e incomodidad que no les permite ser! Después que no tengan una verdadera condición médica que no les permita bailar, tener sexo, caminar y hacer ejercicio entonces no se quejen!

Hubiese dado la vida por poder darle una vuelta al Parque Omar durante mi embarazo o poder salir a comer sin pensar en contracciones.

Para poder ser madre tuve que conocer significados de palabras como: autoinmune, trombosis, aneurisma, cerclaje, contracciones y creanme que eso si es pasarla mal.

Diana Victoria fue la bebé más esperada del universo y la más peleada a la vida.  Ella fue mi segundo embarazo luego de un primer intento corto pero intenso y emocionalmente desgastante.  Supe que mi sistema inmunológico es tan eficiente que mata cualquier cuerpo que detecte. Gracias a este eficiente sistema inmunológico tuve que pasar por 3 inyecciones que contenían linfocitos de mi esposo y progesterona, una inyección por mes para que me diera fiebre, picasón y quedara con los dos brazos como quién se inyecta heroína (y mucho peor) durante todo un mes. 

Conocí temprano lo que era una menopausia, durante 6 meses muchas calores, 0 sexo y mucho llanto.  No importaba cuantas inyecciones o cuanta molestías de mujer de 60 años tuviese ya que al cerrar los ojos ya sentir a Diana Victoria.

Llego el día en que Israel y yo intentaríamos concebir a quién ya tenía rostro y nombre y como siempre al primer intento BINGO! Embarazada! Al séptimo día de embarazo ya podía sentir el cambio y fue cuando debía llamar al ginecólogo para proceder con el operativo SUPERVIVENCIA.

Cada día que pasaba era un logro, lo celebraba como el más grande de los triunfos mis dìas iniciaban con un cocktail:
  1. Una pastilla para bajarme las defensas
  2. Mi vitamina
  3. Aspirina
  4. Inyección de Progesterona
  5. Inyección de clexane
Mi esposo pacientemente durante los 9 meses inyectó mi barriga y mis muslos alternadamente para poder que Diana Victoria y yo vivieramos.




Mis visitas el ginecologo era semanales hasta que después del tercer mes se volvieron mensuales y di tantas gracias a Dios cuando en el quinto mes el doctor me dio permiso a CREERME EL HECHO DE MI EMBARAZO y a poder comprar cosas de bebé... mi corazón no cabía...

Mi doctor muy prevenido y porque se imaginaba lo inquieta y enorme que sería a la semana doce procedió a coserme el utero y aprendí que a ese procedimiento se le llama cerclaje y por Dios que es incómodo.

Fueron 9 meses intensos en los que mis amigas me decían que el embarazo me había vuelto loca pero ninguna mujer que no haya pasado por todo lo que tuve que pasar puede empezar a comprender que fue estar en mis zapatos. 

Mujeres sanas del mundo cuando piensen en quejarse de sus pies hinchados o de sus naúseas piensen en mi y sonrían y den gracias a que son mujeres normales!

xoxo

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