13.7.12

¿Y cuántos hijos vas a tener?

Traigo el tema a colación, pues a raíz de mi embarazo, esta es la pregunta que está de moda, luego de haber sobrevivido a: qué vas a estudiar? ya tienes novio? cuándo te casas? cuándo te embarazas? etc. Yo no creo que la gente haga este tipo de preguntas con intenciones malas, yo lo llamo pequeños actos de imprudencia no intencional, pero se ha vuelto una pregunta superficial pero que ya tiene ribetes muy profundos para analizar.

Muchos de nosotros que afortunadamente tuvimos educación sexual y de administración para el hogar en nuestra juventud, nos hacemos esta pregunta analizando costos y beneficios, qué pena decirlo, pero en estos tiempos ya no podemos dejarnos llevar por los clichés. Hace años el disco de "multiplicaos y poblad la tierra" quedó en el baúl de los recuerdos para mí. En esta economía que vivimos actualmente las preguntas que deberían hacerse los cuestionadores y cuestionados son las siguientes: 

1. ¿Tengo yo la paciencia suficiente, personalidad o vocación para ser madre o padre a tiempo completo? 
2. ¿Tengo los suficientes recursos para alimentar y educar a varios indiviudos de manera que el día de mañana puedan independizarse de mi lado y yo gozar de una jubilación exitosa? 
3. ¿Tengo yo las condiciones de salud óptimas para embarcarme en la aventura de tener más hijos o por el contrario, tuve riesgos vida o muerte durante mi embarazo? 
4. ¿Siendo madre o padre soltero, quisiera yo pasar por esta experiencia nuevamente?

Últimamente veo con preocupación, cómo la sociedad en general, empezando por nuestras propias familias, medios de comunicación, marcas y hasta asociaciones religiosas, intentan penetrar dentro de nuestras casas, y nosotros por otro lado, intentando levantar el muro de nuestra propia identidad y estilo a lo interior. La presión es alta para algunos y muchos ante este tipo de discusiones cae en el continuismo generacional de hacer todo como lo hicieron sus padres, a sabiendas de que no fueron tal vez las mejores decisiones. 

Yo creo que cada uno de nosotros tiene derecho a establecer las reglas claras en cuanto al estilo de vida que queremos tener dentro de nuestras casas y a lo mejor lo que funciona para unos no funciona para todos.  

La próxima vez que alguien le haga esta pregunta, sonría, porque usted ya está claro en lo que quiere y no quiere, y luego responda amablemente: los que Dios permita...sí, así mismo, métalo en el baile, porque ahí nadie cuestiona!

xoxo 
JB

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