Ser pareja: la responsabilidad de conocernos

Cuando conocí a mi esposo, jamás pensé en que terminaría casada y en espera de un bebé. No estaba en nuestra lista de prioridades. Casarnos? hijos? no, no, no, esto es compromiso serio, decíamos, pero desde ese momento y sin darnos cuenta, en nuestras propias narices, empezamos a forjar o construir el camino hacia el temido "compromiso".

No soy psicóloga, ni mucho menos terapeuta, pero hablo de mi experiencia propia, y conversando con amistades contemporáneas, creo que nos adelantamos a pensar demasiado en el futuro, sin tan siquiera concentrarnos en poner atención al presente al momento de conocernos.

La responsabilidad de ser pareja empieza por el mero interés de conocernos mutuamente, y no me refiero a qué color me gusta o cuál es mi comida favorita (han pasado años y todavía nos reímos porque se nos olvidan estas cosas), me refiero a qué queremos de la vida, aunque no tengamos la más remota idea, qué puedo aprender de tí o tú de mí para ser personas más completas, virtudes, defectos, afinidades, cultura, familias. Suelo escuchar mucho: es que yo no voy a cambiar, así me conoció, sabía que yo era así. Pregunto: ¿estás seguro o segura que así fue? Seamos realistas, mostramos siempre nuestro mejor lado, impecable como una hoja de vida. O están los que cumplieron, mostraron lo bueno, lo malo y lo feo, y aún así no tuvimos el valor para despedirnos a tiempo y cortar por lo sano, para luego salir por la puerta de atrás. 

Creo que la primera responsabilidad dentro de una relación y que nunca acaba y es el pilar de las otras, es la de conocernos. Si esa persona que tienes a tu lado saca lo mejor de tí, enriquece tu vida y te sientes que avanzan a la par, entonces significa que ambos cumplieron con el primer compromiso, lo demás vendrá por añadidura. 

-Janis-
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